Conflictos en el trabajo – un mal necesario

Tiene que ver con nuestra cultura latinoamericana,  el ser una cultura de que tiende al alto contexto ( que nos importa la forma tanto como el fondo, las posturas, las frases, el énfasis cuando hablamos), así como nuestra costumbre de “ser educados”, de “llevar la fiesta en paz” y las apariencias.  Hay culturas que no temen las discusiones fuertes, dicen lo que piensan sin cuidar como lo que dicen, estas culturas abrazan el conflicto como algo normal y como parte de su día a día.

Si pensamos detenidamente, vivimos tiempos convulsionados, los negocios nacen y crecen vertiginosamente, o desaparecen con igual velocidad.  Cuando un miembro de un equipo de liderazgo no es capaz de decirle a sus compañeros que algo no va bien, el equipo completo, y la empresa, corren un alto riesgo de fracasar.

“Los equipos necesitan conflicto para funcionar con eficacia. El conflicto permite que el equipo acepte situaciones difíciles, sintetice diversas perspectivas y se asegure de que las soluciones estén bien pensadas.”  Liane Davey, psicóloga y estratega empresarial

Al evitar confrontar abiertamente las situaciones difíciles, los equipos sufren de una falsa paz, una falsa tranquilidad, al menos por un tiempo.

Para que un equipo llegue al alto desempeño, debe abrazar el conflicto sano como una práctica fundamental en su actuar, hacer y ser.  Como explica Patrick Lencioni en su libro “The Five Dysfunctions of a Team”, Confianza, Manejo de conflicto, Compromiso, Accountability y Resultados son las características de un gran equipo,  y van en ese orden,  sin confianza un equipo no logra ser sincero, abrirse, decirse lo bueno y lo malo, y huyen de los conflictos, dado que son incómodos y complicados. No se lograrán nunca los grandes resultados, sin estos elementos.

Patrick Lencioni lo coloca así: “Contrariamente a la sabiduría y el comportamiento popular, el conflicto no es algo malo para un equipo. De hecho, el miedo al conflicto es casi siempre una señal de problemas.”

Este dato es muy importante,  OJO,  cuando un equipo no discute lo suficiente, el líder debería preocuparse, pues hay relaciones superficiales y no se está llegando al “meollo del asunto”

La colaboración debe implicar un desacuerdo apasionado.

Warren Bennis, investigador de Estudios de Liderazgo, lo coloca así:  “El silencio, no la disidencia (el desacuerdo), es la única respuesta que los líderes deben negarse a aceptar”.

Darryl F. Zanuck, productor de cine, indica: “Si dos personas en el mismo trabajo están de acuerdo todo el tiempo, entonces una es inútil. Si están en desacuerdo todo el tiempo, ambos son inútiles”.

Para promover el conflicto constructivo, debes generar confianza entre los miembros de tu equipo, incentivar la sinceridad, motivar el dialogo.  Y una vez que los conflictos afloran, hay que gerenciarlos, acá algunos consejos:

  1. Acepta el problema y anima a encontrar una solución. 

  2. Busca una solución inmediata y eficaz.

  3. Habla con cada una de las partes involucradas en el conflicto.

  4. Evita promover ataques personales o desaprobaciones. 

  5. Escucha con atención lo que todos tienen que decir.

  6. Ofrece respuestas asertivas e innovadoras.

  7. Llega a acuerdos convenientes para cada parte. 

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